Si un día te invitan a un restaurante fino y de los caros y ves la carta, verás que hay diferentes tipos de sopas, llamadas también consomés, potajes o bisques.
Tomar sopa, sobretodo en invierno, nos llena de energía, además de las vitaminas y minerales que estamos ingiriendo en cada cucharada. Además nos sienta bien y nos deja “calentitas” para soportar el frío. Si quieres saber cuales son las diferencias entre sopas, consomés, potajes o bisques, primero debes entender los parámetros utilizados en sus calificaciones.
La sopa data de tiempos remotos, donde el hombre se veía ante la necesidad de extraer sabores y nutrientes de aquello que le proporcionaba la naturaleza. Debido a las hambrunas, los cocineros se vieron forzados a crear un alimentos para mucha gente a un menor costo. De esta manera, y gracias a la técnica de hervir, se comenzaron a extraer nutrientes y sabores de huesos y carcazas que hasta ese día eran desechados. Es así como nace el caldo, origen y base de todos estos líquidos que describiremos.
La sopa es un caldo no filtrado y no ligado. Si bien la sopa puede tener vegetales que funcionan como espesantes naturales, no se le agregan ingredientes como crema o manteca, con el objetivo de ligar.
En la cocina francesa, allá por el siglo XVIII, se creo el potaje y dentro de éste podemos ver: potajes claros (caldos y consomés que pueden o no tener guarnición) y potajes ligados, a los que se le agrega manteca, harina, roux, legumbres procesadas, crema o huevos para espesarlos.
El consomé, en cambio, es un caldo de carne o pescado que puede llevar o no verduras, pero siempre está filtrado. Se lo puede identificar rápidamente porque es un líquido transparente y translucido, de apariencia insípida pero bien sabroso. Dentro de esta categoría podemos encontrar consomé simple (solo de caldo de carne o pescado filtrado) o consomé doble (que se le agregan alimentos picados y clara de huevo, que irá coagulando con el calor).
Por último, la bisqué es un caldo de crustáceos, realizado con las cabezas, caparazones, patas de cangrejo, etc y también sus partes internas que son muy sabrosas y que serían imposibles de aprovechar de no ser por esta técnica. Este tipo de caldos lleva crema para espesar y guarnición.
Ahora que aprendiste las diferencias entre estos líquidos, podrás sentarte en un buen restaurante y sorprenderte con el sabor de una rica sopa, o un bisqué o porque no, de un consomé o potaje.